Hola amigos,
Como ya comenté ayer, paso la noche en un pequeño green que hay junto al semi derruido y clausurado Shelter. Aquí instalé ayer la tienda de campaña sin la autorización de Appalachian Trail Conservancy. No he tenido problema alguno hasta que, a las cinco y media de la mañana, una mujer golpea en el techo de la tienda y dice gritando: "Camping no here. Go away". Me despierto sobresaltado, pero reacciono de inmediato. Tras una breve discusión se aleja. Hay personas que te quitarían hasta el aire para respirar, aunque a ellas no les sirviera para nada.
Sigo dentro de mi saco hasta las seis, oyendo a los pájaros. Es en este momento cuando me percato de que tengo un nuevo problema. La varilla principal de soporte de la tienda se ha roto en una de sus piezas plegables. Esto hace que la tienda no se sujete. Como digo, un problema e importante, porque no puedo usarla y esto es algo imprescindible en esta travesía.
Recojo todas mis pertenencias, desayuno y me pongo en marcha a las 06:30 horas. Antes habré cortado un trozo de cable eléctrico del viejo edificio. Quizá os estéis preguntando,- ¿Para qué querrá este hombre un trozo de cable? La respuesta más adelante.
Comienzo la caminata con una subida difícil hasta Darlington Shelter, por un sendero con mucha piedra y con una cima complicada. Ya después, aunque largo, ha sido bastante llevadero hasta la ciudad de Duncannon. Por el camino pienso en cómo reparar la tienda y decido hacerlo poniendo una "parrilla" de clavos de acero alrededor de la zona rota. Pero,- ¿Dónde comprar los clavos?.
Ya en el pueblo, pregunto a un hombre muy simpático, le explico lo que necesito y, ante mi asombro, me pide que vaya con él para llevarme a un Store, una especie de almacén de materiales para la construcción, situado en las afueras de la ciudad, a unas cinco millas. Aquí compro los clavos. Donald, que así se llama mi Trail Ángel , me deja de nuevo en la ciudad. Esto no tiene precio amigos. Es generosidad en estado puro. Thank very much!
Veo un restaurante italiano y decido entrar y comer una pizza. Pido una tamaño medio y soy incapaz de terminarla. Debo decir que está muy buena, la masa muy lograda. Mientras doy cuenta de la pizza aprovecho para solucionar otro problema que tengo. He perdido el convertidor de corriente España/Usa y no puedo cargar el teléfono que utilizo para escribir en los blogs, y también, para cargar la cámara de fotos.
Ante la mirada atenta de uno de los comensales, con el cable eléctrico que he cortado esta mañana y esparadrapo hago dos convertidores caseros, uno para el teléfono y otro para la cámara. Aunque las clavijas son distintas, el voltaje es muy similar en ambos países. Los pruebo y… "¡et voilà!", funcionan perfectamente. Una inquietud menos en mi cabeza.
Continúo mi camino hacía Clarks Ferry, el Shelter donde pasaré la noche. El desnivel, el calor, ¡los mosquitos! y el camino de piedra, especialmente en todo el cresterío, han hecho de estas cuatro millas un recorrido muy difícil.
Llego a mi destino con una sudada impresionante. Lo primero, asearme en el arroyo que hay junto a la cabaña, lavar la ropa y, de paso, beber casi dos litros de agua. Después, y antes de cenar, reparo la varilla de la tienda de campaña con los clavos que he comprado. No me ha quedado muy bonita pero aguantará, creo...
Cuándo ya creía pasar sólo la noche en el Shelter, llega otro Hiker. Bien.
¡Buenas noches! Mañana Dios dirá.
Posición en el Shelter: 40.392336, -76.993761 y 347 m de altitud
Os dejo con esta magnífica canción "Who can it be now", de Men At Work
Un abrazo
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