Parece que Dios ha querido darme un baño antes de comenzar el Sendero, y lo ha hecho a conciencia. Durante 15 horas seguidas he estado bajo el agua y con el ventilador a 70 km/h. Al amanecer la tienda de campaña estaba dentro de una charca de agua. Un auténtico desastre para limpiar, secar y recoger.
Pero a pesar de la situación, aquí estoy en la línea de salida, con todo listo y a punto de dar mi segundo paso. Si amigos, habéis leído bien, porque el primer paso para conseguir algo, es soñarlo y eso es evidente que ya lo he hecho. Por delante, 3500 km de travesía de montaña, todo un reto, todo un mundo por recorrer: Appalachian National Scenic Trail, el Sendero de los Apalaches. Muy probablemente, la más importante ruta de senderismo del mundo. No puedo evitar sentirme abrumado por la magnitud del escenario que tengo delante.
Tólstoi afirmaba que los dos guerreros más poderosos son la paciencia y el tiempo. Yo añadiría la perseverancia, que entiendo es imprescindible para alcanzar un objetivo, más en concreto éste que estoy a punto de iniciar.
Este lugar sería perfecto para colocar uno de esos magníficos peirones que hay en España, más concretamente en Castilla - La Mancha, a la salida de los pueblos, en el inicio de los caminos, donde antiguamente el viajero se encomendaba a Dios, para que le protegiera de todo tipo de adversidades y males.
Por delante, entre cinco y seis meses de travesía continuada por la montaña. Serán muchas y muy variadas las dificultades que tendré que sortear, tales como el cansancio, frío, enfermedades, lesiones y los miedos, que también estarán ahí y, muy especialmente, la fatiga psicológica, como ya adelantara en la presentación de este blog.
Bueno amigos, se acabaron los preámbulos. Fijo mi posición (34.626664, -84.193897) en lo alto de Springer Mountain, aunque os aseguro que en estos momentos me siento como si saliera de las entrañas de la tierra. Necesito una dosis de energía extra, algo que traspase mi cuerpo como una espada, así que pongo a todo volumen en el reproductor de música la canción de AC/DC que acompaña este relato, mientras vuelvo la mirada hacía ese peirón imaginario, invocando de algún modo su protección en este viaje.
Guardo unos minutos de concentración, recordando a las personas que me quieren, que están ahí siempre con su cariño y quizá también con preocupación, apoyándome incondicionalmente en ésta, mi nueva locura. Vosotros hacéis que merezca la pena tanto esfuerzo y poder así avanzar, sorteando todo tipo de dificultades, en definitiva, que merezca la pena la vida. Gracias a todos.
Respiro hondo durante unos instantes. Son las 08:40h. ¡allá voy!...
Rumbo: Norte
La jornada
A medida que avanzó el día va mejorando con lo que esto supone de ánimo. El trayecto lógicamente es todo de montaña, en un continuo subir y bajar.
Llevo mochila con unos 24 kg. y esto es un verdadero problema. Es lo que ha motivado una caída, próxima ya a mi llegada, que me ha dejado varias heridas en la pierna izquierda.
Hoy he aprendido 3 lecciones:
- En Appalachian Trail 1 gramo es un kilo, por lo que he de liberarme de peso con urgencia.
- Si encuentras agua, bebe; y si tienes comida, come.
- Si se prevén fuertes lluvias no te quedes en la tienda, ve a un Shelter, aunque tengas que dormir sentado.
Llego al área de picnic de Suches, donde monto mi mojada tienda en un área de picnic. Preparo algo de cenar y a dormir. Hace mucho viento y tengo frío...
Un abrazo
Animo Jontxu!!! Si alguien puede conseguirlo, ese eres tú!!
ResponderEliminarUn abrazotee!! Cuídate mucho!
Gracias Lidia!!! por tus ánimos y por estar ahí siempre. Un abrazote��
ResponderEliminarJONTXU TU SI QUE PUEDES, MUCHO ANIMO, YA SABES QUE TIENES QUE TRAER HAMBRE PARA LOS PERCEBES.
ResponderEliminarGracias Pedro!!!
EliminarCuando regrese no habrá quien me pare con la comida, que tanto echo de menos. Un abrazo enorme