Hola amigos,
Hago un breve relato de lo que han sido estos dos últimos días en el Appalachian Trail.
Vienes, 19 de Mayo
Hot Springs a Little Laurel Shelter
He dormido en el Hostel at Laughing Heart Lodge, que sin ser nada del otro mundo, está bien. Se encuentra situado justo a la entrada de la ciudad, para aquellos que viajan de Georgia a Maine. La amabilidad y disposición de Jeff, el dueño del establecimiento, compensan todas las carencias.
Mi primer trabajo del día. He de comprar propano para cocinar. Pregunto en la calle a un chico muy joven, de unos 25 años. Sin pensárselo dos veces, cambia de rumbo y me acompaña durante un buen trecho, hablando mientras del Appalachian Trail y de las dificultades que conlleva, hasta llegar a una especie de ferretería, dónde puedo comprar el gas. Entra incluso a la tienda conmigo. Me he dado un golpe muy fuerte en las costillas y riñón derechos y, al verme mal, también me acompaña a la casa de un médico, pero al llamar a su puerta no contesta nadie, por lo que no me queda otra opción que irme. Se despide de mí con un abrazo. Siento tener que decirlo, pero este tipo de gestos en España, hoy en día es impensable. Vuelvo a sentir ese cariño de la gente buena que llega al corazón. ¡Gracias!
Una casa con encanto |
No ha llegado Yves. Echo de menos su compañía. Ayer le vi bastante decaído. Espero que todo le haya ido bien y que nos veamos muchas veces en nuestro largo camino a Maine.
Posición en el Shelter: 36.015017, -82.735915 y 1144 m de altitud
En el día de hoy, Sábado, 20 de Mayo
Little Laurel Shelter a Rector Laured Road Hiker Paradise Hostel
Nuevamente los pájaros con sus cantos abren el nuevo día. Me encanta oírles en el Shelter, dentro del saco de dormir, en completo silencio. No creo que haya mejor manera de empezar un nuevo día. Hoy me encuentro algo mejor.
Tras el desayuno, arranca la jornada ascendiendo a Bald Mountain, para seguir a través del encrespado cresterío, por White Rock Clifts y Firescald Knob. La vegetación del entorno y lo agreste del terreno me han recordado las imágenes de Jurasic Park, con puntos del recorrido complicados y técnicos. Para que os hagáis una idea, he tardado 4 horas y 20 minutos en hacer 11 kilómetros.
Tras reponer fuerzas en el Shelter Jerry Cabin, estratégicamente situado en la milla 300, inicio una larga caminata hasta llegar a Devil Fork Gap. Aquí vuelvo a sentir la generosidad y amabilidad del pueblo norteamericano. Nada más llegar, un chico joven, de unos 30 años, que tiene su autocaravana aparcada en un "road", se acerca a mí y me ofrece bebidas y comida. Yo, que en ese momento estaba literalmente agotado y con un dolor tremendo en el costado derecho, me quedo emocionado por el gesto. Le acepto dos vasos grandes de Sprite, pero no comida, que aunque no tengo nada para cenar, pienso que en el hostel podré comprar comestibles. El nombre de este chico: Andrew Crawford. Con él he estado en la caravana hablando un rato, súper a gusto. Poco más tarde ha llegado un amigo suyo, Mike, al que me presenta. Ellos me indican el camino para llegar al hostel, distante de este lugar alrededor de una milla. ¡Muchas gracias Andrew por tu generosidad! Gracias a ti también Mike.
Enfilo por el lugar que me han indicado, monte arriba a través de una senda. Se me hace el camino muy largo y empiezo a pensar si les habré entendido bien a Andrew y a Mike. Bajando por el bosque, oigo cantar a un gallo y me digo: Si hay un gallo, hay una casa y habrá gente… Cuando me aproximo veo una casa con un montón de gallinas por el jardín y enfrente, un poco más alejado, el hostel.
Llego a mi alojamiento, un lugar un poco destartalado pero bien, y al rato llega su dueño, un hombre de mediana edad, de nombre Tim. Le pregunto si tiene comestibles (groceries) para vender y me dice que no. Le explico que no tengo nada para cenar y, lo que es peor, que no hay posibilidad de comprar nada hasta dentro de 50 km, dos jornadas. Me ofrece una pizza congelada y una cerveza, cosa que le acepto antes de que termine de hablar.
Llego a mi alojamiento, un lugar un poco destartalado pero bien, y al rato llega su dueño, un hombre de mediana edad, de nombre Tim. Le pregunto si tiene comestibles (groceries) para vender y me dice que no. Le explico que no tengo nada para cenar y, lo que es peor, que no hay posibilidad de comprar nada hasta dentro de 50 km, dos jornadas. Me ofrece una pizza congelada y una cerveza, cosa que le acepto antes de que termine de hablar.
Pero después de comer la pizza sigo teniendo hambre amigos y en mi cabeza están las gallinas. Después de pensarlo un poco (no mucho, la verdad…jjj) decido ir hasta la casa a comprarle huevos para cenar. Allí que me presento, le explico la situación y accede con un "no problem". El señor, de nombre Joe, va al gallinero y vuelve con doce huevos, recogidos en su propia camiseta. Me pregunta cuántos quiero y le cojo ocho. No ha habido forma de pagarle por ello. Es un regalo de él y así debo considerarlo. Nos despedimos con un apretón de manos. Salgo de su casa conmovido por el gesto y la solidaridad de la buena gente.
Con este preciado tesoro hago una tortilla francesa en la cocina del hostel para cenar los dos Hiker que aquí estamos alojados.. Por cierto, la tortilla con aceite de oliva virgen extra de Jaén. Me pregunto,- ¿Cómo habrá llegado aquí esta botella?. Hasta Tim está feliz de que tenga cena. Es un hombre muy simpático y expresivo, y hemos congeniado enseguida. Revisando en su "fondo de armario" Tim ha encontrado pollo y carne de vaca congelada. Ya tengo comida para los próximos dos días, así que "mambo poa".
Mañana Dios dirá…
Hoy también he usado mi llamador de Ángeles y me han traído a Andre's y a Joe. Mis dos Trail Angels. ¡Ah!.. y gracias también al gallo, por tener contentas a las gallinas.
Posición en el Hostel: 36.008683, -82.604919 y 621 m de altitud
Para un día especial, qué mejor acompañamiento que la canción "Allways on my mind" de Willie Nelson
Un abrazo
Me encanta , tu capacidad de improvisación. Supongo , que como en todo la experiencia viajera es un grado. Que te mejores de ese dolor, que seguro que no es nada y ademas "El llamador de ángeles", continua a tu lado echándote una mano.
ResponderEliminarHilario
¡Hola Hilario!
EliminarNo queda otra que mover el culo... El hambre es muy "joia"
Un abrazo
Animo yon , seguro que los ángeles siguen contigo!! Que te mejores . Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias Maribel por estar ahí animando. Ya voy, poquito a poquito, hacía Maine.
EliminarLa verdad es que estaria mucho mejor comiendo un pescado en la Malagueta.
Un abrazo
Kaixo Jontxu!
ResponderEliminarSigo tu blog todos los días y me gusta mucho todo lo que nos cuentas en él.
Recuperate de tu dolor de riñon para seguir disfrutando la aventura al 100%.
Sigue así! Ánimo!!
Un abrazo.
Mara
Hola Mara!
EliminarMe alegro un montón de tenerte ahí de seguidora, dando ánimos.
Espero que estés muy bien.
Un beso