EL SENDERO DE LOS APALACHES: Georgia…North Carolina…Tennessee…Virginia…West Virginia…Maryland…Pennsylvania…New Jersey…New York…Connecticut…Massachusetts…Vermont…New Hampshire…Maine

martes, 6 de junio de 2017

AT018-Troutdale (Hostel Baptist Church) a Burkes Garden Road (St. Luke’s Hostel)

Hola amigos,

Os paso lo que han sido estos últimos días en el Appalachian Trail.


Domingo, 4 de Junio

Troutdale (Hostel Baptist Church) a Chatfield Shelter

A pesar de estar alojado en un hostel que tiene todas las comodidades, no he dormido bien. El cansancio acumulado quizá tenga algo que ver en ello.

Me levanto con las primeras luces del día. Ayer compré provisiones por lo que puedo desayunar bien. Hago mi equipaje y después comparto un café con Nate, con nickname "hoot", un chico de New Hampshire que conocí ayer y que se aloja también en este hostel, aunque en un compartimento diferente.

Nos despedimos y me dirijo a la carretera para hacer autostop cuando, al pasar frente a la iglesia Baptista, se acerca un coche y la señora que conduce el auto, un segundo después de saludarme con un "morning", me ofrece un desayuno. Dudo un instante, pero enseguida le acepto la invitación, porque el hambre es muy "joia". En un momento tengo ante mí un plato con una hamburguesa, huevos revueltos y tortitas con sirope. ¡Graaacias! Pienso que tengo mucha suerte, o que tengo quizá pinta de desnutrido con mis escasas 162 libras y por eso la gente corre para socorrerme...jjj

Ya con el estómago lleno voy a la carretera para hacer autostop para que me acerquen al lugar donde ayer deje el Sendero. Es domingo y temprano, apenas pasan coches, pero al cabo de unos 20 minutos se detiene una camioneta. Al volante un hombre muy parlanchin de nombre Charles Campbell, quien me acerca al Appalachian Trail. Thanks Charles!

Ha sido una jornada muy larga, pero sin grandes desniveles que sortear. Por señalar los más importantes, High Point y Glade Mountain, este último, antes de llegar a mi destino al final del día y el más difícil por el cansancio acumulado.

Hoy me siento contento porque he conseguido devolver el móvil iPhone que encontré en el camino a su dueña. Para lograrlo se han aliado la deducción y la suerte. Digo deducción, porque he podido desbloquearlo y ver así la información que contenía. Conozco a la dueña, es una Hiker que he visto por el camino y también conozco alguna persona que aparece en sus fotografías. Le mandé un mensaje a la persona que más tráfico tenía, pero el móvil se apago por falta de batería. Y digo suerte, porque hoy, al llegar a NRA Headquartees, en Sugar Grove, visito su pequeño museo/tienda y, cuando estaba a punto de reanudar mi camino veo a uno de los hombres que aparecía en las fotografías. Me dirijo hacía él y le explico que he encontrado un iPhone y que su dueña es una amiga o conocida suya. En la tienda podemos cargar la batería del móvil y acceder al sistema de mensajería. Él se encarga de enviar los mensajes de WhatsApp y quedar para la entrega. Le doy el móvil y me voy. 

Por la noche, en el Shelter, coincido de nuevo con este hombre y me confirma que está resuelta la devolución del Smartphone. Me alegro por ella, que seguro tenía un gran disgusto. Presiento que me encontraré en el camino con esta mujer.

Es todo por hoy. He de descansar...

Posición en el Shelter: 36.850146, -81.363163 y 1008 m de altitud


Lunes, 5 de Junio

Chatfield Shelter a Knot Maul Branch Shelter

Conozco en el Shelter a Lexy Newby, con nickname "heat wave". Es una mujer de Indiana, profesora de inglés y que habla un poco de español.

Llueve desde la madrugada y las previsiones para hoy no son nada buenas. Después de recoger mi equipaje y desayunar me pongo en marcha sobre las 8 de la mañana y lloviendo. Por delante 20 millas. Realizo una pequeña parte del trayecto con Lexy. Luego ella se queda atrás y ya no la vuelvo a ver hasta el final de la jornada.

Después de superar Gullion Mountain me espera Big Walker Mountain, con una subida difícil. Pero la verdadera cruz del día ha sido sortear Brushy Mountain, por la cantidad de agua que ha caído y por sus cinco cimas falsas, algo que psicológicamente ha sido muy duro, porque estás ya agotado y piensas que has llegado a la cima y en un rato llegarás al Shelter, pero no es así. Todo lo contrario, vuelves a bajar y para volver a subir.

Llueve a mares cuando llego a la cabaña y, para mi desgracia, me encuentro con que no hay sitio. Está ocupada por unos ocho jóvenes. El Shelter es muy pibre y no tiene suquiera tejavana para poder guarecerse de la lluvia. Debo decir que ninguno de los chicos/chicas hace el más mínimo gesto para que tenga cabida dentro del edificio, ni siquiera sentado, por lo que he de quedarme fuera.

Me estoy quedando helado y no me queda otra que instalar la tienda bajo el aguacero, algo que no es nada fácil, podéis creerme. Está todo lleno de barro. Seco como puedo el interior mojado de tienda, y dentro de ella preparo la cena. Hay mucha humedad dentro de la tienda.

De todos modos y, a pesar del jaleo que tengo, pienso que aún podría haber sido peor. No hay viento, mi enemigo número uno. Si hubiera viento no habría podido montar la tienda y no sé que habría hecho. Así que contento y conforme con la situación en la que me encuentro.

Sigo sin cobertura de móvil. La verdad es que cada vez llevo peor este tema. Espero poder descansar y dormir. No puedo más...

Posición en el Shelter: 37.000801, -81.404550 y 893 m de altitud


En el día de hoy, Martes, 6 de Junio

Knot Maul Branch Shelter a Burkes Garden Road (St. Luke's Hostel)

A pesar del mal tiempo y de las condiciones, he podido descansar e incluso dormir. Me he despertado con el canto de mis amigos los pájaros. Sobre las 5,45h, cuando rompe el día, es increíble oírles cantar, metido en mi saco de dormir, en completo silencio. Al dejar de llover he podido limpiar y recoger la tienda y, después de desayunar, ponerme en marcha a las ocho y media de la mañana.

Por delante, una subida interminable, que me ha llevado cuatro horas y media, hasta superar la cumbre de Chestnut Knob Mountain, donde puedo descansar y reponer fuerzas en el Shelter que se halla en la misma cima, pero no cocinar, porque no hay agua, algo que ha sido un verdadero problema en toda la jornada. La falta de agua obliga a pasar el día comiendo solo barras energéticas y cosas similares, además de pasar una sed que no veas.

Desde aquí, poco más de 6 millas hasta mi destino final, que tampoco ha sido fácil, porqué el camino es un continuo tobogán de pequeñas montañas enlazadas. 

Al llegar al "road" Va.623, Burkes Garden, debo desplazarme unas 2 millas al Oeste para llegar hasta el Hostel donde quiero alojarme. Hay dos automóviles allí aparcados. Me dirijo a uno de ellos y pregunto si podría llevarme hasta el hostel. Paul, que así se llama, se dirige hacia allí y acepta llevarme. Me ofrece dos botellas de agua que las bebo de un tirón, sin pestañear. Llevo muchas millas sin beber una sola gota. Pone en el GPS del coche la dirección del hostel y, tras unas millas, me deja en ese punto. ¡Gracias Paul!

Tras despedirnos veo, desconcertado, que aquí no hay ningún Hostel. El GPS nos ha jugado una mala pasada. Son casi las 6 de la tarde y no tengo ni idea de donde me encuentro. Debo hacer algo y rápido. Estoy en una zona agrícola, en una carretera comarcal, con muy poco tráfico pero, al cabo de unos minutos de espera, se acerca una furgoneta negra grande y la paro. La suerte (-porque así lo creo-) ha querido que se trate de Amish. He tenido la oportunidad de conocer a una de estas familias. Ellos me han ayudado y al rato ha llegado un vehículo todo terreno del hostel a recogerme. Me ha llamado la atención la indumentaria de estas personas, ataviadas con pantalón negro sujeto con tirantes, camisa azul, chaleco y sombrero del mismo color y la barba cubriendo la cara. Son muy discretos y tímidos, y un punto silenciosos. ¡Thanks Amish family!

Ya en el hostel he podido asearme, lavar y secar toda mi ropa. Quizá a la persona que lea esto le puede parecer una tontería, pero algo tan simple como recoger de la máquina secadora el saco de dormir y toda la ropa limpia y seca es algo muy grande. Cosas tan elementales como esta no las valoramos en absoluto en nuestra vida diaria, pero aquí, en el Appalachian Trail, esto es algo muy importante. Para cenar pizza con dos cervezas y un poco de vino tinto de California. ¡Muy bien!. El personal del hostel, con Bill a la cabeza, muy majos y atentos, ayudándome en todo lo que he necesitado.

Durante la cena conozco a una Hiker, una mujer de New York que también viaja de Georgia a Maine. Su nombre es Molly, con trailname "wildflower". Con ella he compartido un rato en el "living room" hablando de nuestros respectivos países y de Appalachian Trail.

Por lo demás, de ánimo digamos que tengo lo suficiente, y de mis dolencias diré que tienen vida propia, pero que aún puedo con ellas. A ver mañana...

¡Buenas noches!

Posición en el Hostel: 37.088691, -81.311404 y 976 m de altitud

Acompaño este post con la canción "The moment" de Kenny G. Hoy necesito que mi pensamiento viaje con la música más allá de este bosque.

Un abrazo


2 comentarios:

  1. Por lo que nos cuentas, te veo cada día mejor aunque ya veo que es muy duro. Las rutinas son importantes y tu forma de contarlo dice que las has dominado, como montar la tienda, cocinar, lavar la ropa, asearte. También se nota que no has perdido un ápice de entereza, ya controlas los dolores y sigues adelante....que no es poco. Como en la película de Berlanga "Amanece que no es poco". Aurrera beti!

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  2. Basajaun (Jon Galdos)7 de junio de 2017, 5:12

    Hola Santos!
    Tienes toda la razón. La rutina y controlarla es súper importante en este tema, que en el fondo no deba de ser un trabajo.
    Gracias por estar ahi apoyando que para mi es algo muy grande. Un abrazote

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